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domingo, 30 de mayo de 2010

Coca en momias egipcias

Científica alemana, encuentra trazas de nicotina y cocaína en momias

Vuelve entonces a crear controversia entre muchos de ellos, el que se dé nuevamente publicidad a un análisis hecho en 1992 por la toxicóloga Dra.Svelta Balabanova del Institute of Forsenic Medicine de Ulm, Alemania;
en el que encontró trazas de nicotina y cocaina en los restos de una momia egipcia.

Los científicos siempre han apoyado la idea de que las plantas de tabaco y de coca, sólo habrían germinado en América; por lo que según esa teoría, fueron mundialmente conocidas luego de la llegada de Colón a las Indias que buscaba.

Cuenta la historia que hace 3,000 años vivía en Egipto una Reyna llamada Henut Taui, perteneciente a la 21 dinastía de los faraones. Aun cuando no recibió las excequias de un faraón, sí fue tratada con cierta consideración y luego momificada. Los egipcios creían entonces que ello le daría inmortalidad y de alguna forma, dicha creencia parece ser cierta, pues en pleno siglo 21, luego de pasar el esplendor de muchas otras civilizaciones; resurge de entre las penumbras de un sarcófago, para ser nuevamente parte de la historia.

En el siglo 19, unos arqueólogos encontraron su tumba y el sarcófago,con el cuerpo momificado de la reyna dentro, fue comprado por el Rey de Bavaria, Alemania, quien luego lo entregara al museo de Munich, donde permaneció por casi otro siglo, casi desapercibida.

En 1992, los científicos del Museo de Munich iniciaron estudios y análisis más profundos, sobre los restos de la reyna Henut Taui y al decidir realizar
exámenes sobre drogas; la primera decisión fue contactar a la Dra.
Balabanova, quien gozaba ya de una gran reputación como toxicóloga
forénsica; habiendo trabajado con la policía y ayudado a resolver
muchos
crímenes. Había también inventado un método por el cual pulverizaba los
elementos que debía analizar, los que luego disolvía hasta formar una
solución; desde la cual iniciaba sus exámenes.

Los Canales de Televisión TVF y CHANNEL FOUR de Londres, televisaron en
1997, un programa científico donde se analizó el tema. Los primeros
análisis
de la Dra. Balabanova, que según sus propias palabras "...la dejaron
paralizada"; mostró trazas de nicotina y cocaína en cantidades
comparables a
las encontradas en personas con problemas de drogadicción, en pleno
siglo
20. Este primer análisis, generó una serie de protestas.

El Dr. John Henry del Guy Hospital de Londres dijo: "Lo primero que uno
piensa es que esto es una locura. Debe haber algún error. Tal vez,
algún
tipo de contaminación o tal vez algún fraude. Uno no puede pensar
encontrar
cocaína en una momia egipcia". Se refería a la posibilidad de que la
momia
hubiese sido cambiada como ya había sucedido antes, puesto que muchos
seudo-arqueólogos, vendían cuerpos momificados, aduciendo haberlos
encontrado en excavaciones arqueológicas. En cuanto a esto, el Dr.
Afred
Grimm del Egyptian Museum de Munich, Alemania; refutó: "Nuestra
investigación, muestra claramente que las momias que se encuentran en
nuestro museo, son reales. No son falsas; ellas pertenecen al antiguo
Egipto."

La Dra. Balabanova, continuó con sus análisis y luego de realizar más
de 300
de ellos, concluyó que su primer examen había sido correcto. Aun así,
decidió con otros científicos, hacer un examen al cuerpo momificado del
faraón Ramses II, muerto el año 1213 a.d.C.

En setiembre de 1976, llega Ramses a París y el Dr. Michelle Lescot,
del
Natural History Museum, luego de efectuar los análisis correspondientes
expresa: "Preparé las muestras para ser analizadas, las puse bajo el
microscopio y ¿qué encontré? Tabaco y me dije, esto no es posible. Debo
estar soñando. Trabajé ferviéntemente todo el día, que hasta olvidé la
hora
del lonche; pero seguí obteniendo los mismos resultados una y otra
vez."

El Dr. Lescot insistió en que "Es cierto que la teoría oficial nos dice
que
el tabaco se originó en Sudamérica. También es cierto que existen otras
especies en Australia y las Islas del Pacífico. Podrían haber existido
otras
variedades en Asia, ¿Por qué no en Africa? Algunas podrían haber ya
desaparecido; no creo que sea un sacrilegio creer que tal teoría,
pudiese
ser falsa."

Sin embargo, siguieron las discrepancias, pues la Dra. Sandy Knapp del
Natural History Museum de Londres, a su vez dijo: "Encontrar cocaína en
momias egipcias, es imposible. Siempre existe la posibilidad que uno
encuentre restos de cierta planta en una momia; pero me parece que en
esto
hay un error. Algo no está claro".

Se teorizó la idea de que posiblemente el tabaco o la coca habrían
llegado
hasta el Africa como elementos de intercambio o comercialización; no
para
ser sembrados. Hay muchas plantas que no germinan igual en cualquier
tierra
o clima. Algunas ni siquiera brotan en los más mínimo.

Pero parece ser, como sucede en muchos campos; que los científicos
cuando se
enfrentan a una evidencia que pueda cambiar totalmente el curso de la
historia, no quieren aceptarlo; como el profesor John Baines de la
Oxford
University cuando dice: "La idea de que los antiguos egipcios hayan
viajado
hacia América, es absurdo. No creo que alguno de los profesionales
arqueólogos o antropólogos, con experiencia en el estudio de la
civilizacón
egipcia; crea remótamente en esa posibilidad." Por otro lado, la
profesora
Alice Kehoe, antropologista de la Marquette University, expresó lo
siguiente: "Creo que estamos ante la evidencia de posibles viajes de un
continente a otro antes de Colón. Pero cuando tratamos de referirnos a
dicho
tema, los arqueologistas quieren cambiar el tema de la conversación".
"Parecen sentir algún virus contagioso en el ambiente que no quieren
tocar,
pues les acarrearía algún tipo de desastre".

Martin Bernal, profesor de historia de la Cornell University;
manifestó:
"Estamos obteniendo más y más evidencia de viajes transocéanicos en
épocas
remotas. La seda por ejemplo, llegó desde China a Egipto alrededor del
año
1000 a.d.C. Creo que los científicos modernos tienen la tendencia a
creer
rígidamente en cómo se desarrolló el progreso en el mundo". "Creen que
sólo
el hombre moderno, puede hacer tales cosas".

Muchos de los detractores de la Dra Balabanova como su colega, la Dra.
Rosalie David del Manchester Museum, tuvieron que retractarse de sus
comentarios. Esta última, diría: "Hemos recibido los resultados de los
exámenes realizados en muestras de la piel y pelo, y en ambos se
encuentra
evidencia de nicotina. Estoy realmente sorprendida con esto".

La posible transcontinental relación mercantil o de cualquier otra
índole en
tiempos antes de Colón, no parecen absurdos para otros historiadores.
Por
ejemplo, llama la atención la casi similitud entre los nombres WARI
(Cultura
Inca) y UASRI (Cultura egipcia). UASRI fue uno de los nombres con los
que se
conoció a OSIRIS (deidad egipcia), quien también fue llamado UNTI. Este
último nombre, tiene a su vez parecido al de INTI, con el que los Incas
denominaban al Sol. ATI fue otro de los nombres con los que se conoció a
OSIRIS y nuevamente, encontramos similitud con el nombre del volcán
MISTI en
Arequipa. En ambas lenguas, (Inca y Egipcia); la traducción de estos
últimos
nombres era: príncipe, violento, enojado.

FUENTE: http://egiptoantiguo.blogspot.com/2007/01/cientfica-alemana-encuentra-trazas-de.html


NUEVAS DIMENSIONES / Los faraones fumaban y usaban cocaína
Por: Dr. Gillermo F. Batarse
Se han encontrado huellas de tabaco y de cocaína en las momias egipcias. Éstos son dos azotes de la vida moderna, pero no se sabía que se consumieran en esos tiempos. El descubrimiento impone un enigma para los científicos: ¿Cómo sabían los faraones de estas dos drogas antes que fueran descubiertas durante la exploración del Nuevo Mundo? Esto naturalmente ocurrió más de tres mil años antes del descubrimiento de las Américas. El hallazgo sugiere que los egipcios antiguos tenían alguna forma de lazos comerciales con las Américas mucho antes de que Colón cruzara el Atlántico. Aunque se sabe que los egipcios fumaban marihuana y opio, al igual que otros narcóticos, no se sabía que fumaban tabaco o masticaban hojas de coca, que son la fuente de la cocaína. Sin embargo, los museos en la Gran Bretaña y Alemania han hecho estudios muy minuciosos de las momias egipcias y los resultados han sido invariablemente afirmativos para nicotina y cocaína. Los científicos usan técnicas forenses para analizar los tejidos y el pelo de las momias que datan de algunos 2500 años antes de Cristo. El hallazgo pues sugiere que hubo otros exploradores de nuestro continente antes de los españoles y el mérito le podría corresponder a los egipcios. En otros países europeos y en los Estados Unidos se han hecho las mismas pruebas a las momias egipcias y nadie parece dudar ahora que consumían tabaco y cocaína.



http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/5470.nuevas-dimensiones-los-faraones-fumaban-y-usa.html

lunes, 24 de mayo de 2010

Descubren 57 antiguas tumbas en Egipto, muchas con momias

Descubren 57 antiguas tumbas en Egipto, muchas con momias

Estiman que las más antiguas datan de hace más de 4500 años

EL CAIRO (AP).- Los arqueólogos egipcios desenterraron 57 tumbas antiguas egipcias, muchas de ellas con sarcófagos de madera pintados y con una momia en su interior.
El Consejo Supremo de Antigüedades dijo que las tumbas más antiguas datan aproximadamente del 2750 a.c. Asimismo, estimaron que unas 12 de ellas pertenecieron a la 18a. dinastía que gobernó a Egipto durante el segundo milenio antes de nuestra era.
El descubrimiento arroja nueva luz sobre las antiguas religiones egipcias, informó el Consejo. El director del organismo, Zahi Hawaas, dijo que las momias están cubiertas con lino decorado con textos religiosos del Libro de los Muertos y con escenas que exhiben a las antigüas deidades egipcias.
El Consejo dijo en un comunicado que los hallazgos fueron hechos en Lahoun, en la localidad de Fayoun, ubicada a 100 kilómetros al sur de El Cairo.
El año pasado, unas 53 tumbas de piedra que databan de varios períodos antigüos fueron descubiertas en esa área.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1268004

martes, 30 de marzo de 2010

Se derrumbó una parte del antiguo palacio de Nerón en Roma


Se derrumbó una parte del antiguo palacio de Nerón en Roma
10:35|La Domus Aurea sufrió un desprendimiento durante los trabajos de restauración. El complejo arqueológico, que se encuentra próximo al Coliseo, fue construido por el emperador romano en el año 64 d.C.

La Domus Aurea de Roma, el "palacio dorado" donde el emperador Nerón estableció su residencia privada durante sus últimos años de vida, sufrió hoy un desprendimiento en una de sus galerías durante los trabajos de restauración que se llevan a cabo en el monumento, que se levanta a pocos metros del Coliseo.

El desprendimiento se produjo en la conocida como Galería Trajana, que da acceso al complejo arqueológico y que se encuentra bajo unos jardines.




Unos sesenta metros cuadrados se desprendieron del techo de la galería debido a las filtraciones de agua ocurridas a causa de las últimas lluvias. La zona afectada estaba cerrada al público en el momento del derrumbe, aunque los bomberos han establecido un perímetro de seguridad en la zona mientras determinan el alcance total de los daños.

Desde 2005, el "palacio dorado" permanecía cerrado al público por los trabajos de restauración a los que estaba siendo sometido y por el riesgo de desprendimientos por el agua que se filtra en la época de lluvias en los jardines que se encuentran sobre el monumento.

En las inmediaciones del área arqueológica de la Domus Aurea, una de las zonas más turísticas de la capital italiana, se encuentran también importantes monumentos como el Coliseo, los Foros Imperiales y varias basílicas.

Construida por el emperador Nerón (37-68 d.C.) tras el gran incendio que asoló Roma en el año 64 d.C, la Domus Nerón fue concebida como una representación del cosmos y estaba vinculada al movimiento del sol y de las estrellas.

(Fuente: Agencias)

jueves, 25 de marzo de 2010

Narmer


Paleta de Narmer (1)

NOMBRE DE HORUS: 

Se han encontrado diversas variantes de su nombre de Horus: Horus Nar ("Horus, el siluro"), Horus Nar-mer ("Horus, el magnífico siluro"), Horus Mer(i)-Nar, ("Horus, amado del siluro"). Horus Nar-meru ("Horus, el siluro magnifico") Tsha de Horus Nar-mer (?) Tshaw de Horus Nar-mer (?), que podrían representar diversas etapas de su reinado. En algunos casos, este nombre fue escrito sin el Serej .
Las Transcripciones y el significado de cada uno de los nombre atribuidos a este rey son inciertos. Esta aceptado actualmente que se lea como Narmer aunque esto no es mas que una mera convención.

Listas Reales

 La versión griega de Meni es Menes. El nombre Meni adjuntado en un cartucho, corresponde al Menes de Maneton, pero se ha dado igualmente como Menoete, Mnesis, Men y Mena(s); hoy día no tiene ningún sentido para hablar de Menes porque este nombre es una denominación moderna. Además el cartucho no existía en esa época (aparece en la mitad de la II dinastía -Senedj, Neferkaseker, Peribsen - y en la III dinastía -Nebka, Huni -, aunque sólo fue habitual después de IV dinastía.). La identificación de Narmer con Meni de las listas reales, y con Menes de Maneton es especulativa.

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NOMBRE de NEBTY:  Menes? Menoete, Mnesis, Men y Mena(s) Meni.

OTROS NOMBRES: Narmertjay, Meri Nari, Narbatjay, ¿Ny?, Mer-nar, Mena, Ména.


APROXIMACIÓN HISTÓRICA:

Aún siendo  tema de debate se puede considerar a Narmer como el primer rey del Egipto unificado. Manetón nombró a Menes como el primer Faraón. Se han hecho muchas especulaciones e hipótesis sobre el posible significado de "Menes", probablemente no perteneciera a ningún nombre real, era quizás un epíteto de un antepasado legendario a quien, siglos más tarde se le reconoció la unificación de Egipto. 'Menes', incluso se ha especulado que podría ser el resultado de una mal interpretación de antiguos documentos.
Escorpión, Narmer y Aha pueden ser nombres de Horus de tres monarcas diferentes, uno de los cuales sería el propio Menes. En tal caso, Menes correspondería al nombre Nebty. Algunos autores han apuntado incluso que Narmer-Menes habría tomado el nombre de Aha tras la unificación de los dos reinos. El Canon de Turín repite el nombre dos veces "Meni" una como humano y después con un determinativo divino
Por otro lado algunos sellos reales de Aha, como el de la Mastaba de Neithotep en Naqada, parece asociar el nombre de Nebty  “Menes” al nombre de Horus “Aha”.
Menes es mencionado también por el geógrafo Eratostenes (300-200 A.C.) y Herodoto.  En los fragmentos de la Piedra de Palermo no consta el nombre de Narmer, sólo da información desde el tiempo del Aha en Menfis (y en la necrópolis de Saqqara), ignorando el reino tinita de Narmer. Dicha información probablemente estaba en alguno de los extremos fragmentados que no se han encontrado.


CIRCUNSTANCIAS FAMILIARES


SUCESOR DEL REY KA?, ESCORPION?: El rey Ka pudo ser padre de Narmer y se considera que le pudo preceder como rey de Tinis. Esta conclusión se basa en los análisis de las cerámicas y otras ofrendas de su tumba y del tipo y posición de su tumba en el cementerio de Abidos, cercana a la tumba atribuida a Narmer. En cualquier caso, la opinión más generalizada es que el Rey Escorpión sería uno de los últimos representantes de la lucha por la unidad del Egipto predinástico, que Narmer-Menes sería el fundador del Imperio unificado y que Aha sería su primer sucesor.

ANTECESOR DE AHA.- Los sellos de las listas, de mitad y final de la Primera dinastía, encontradas en Abidos en Umm el Qa'ab en las tumbas de Den y Qa'a  alternaba los nombres de los primeros faraones con el epíteto Jentiamentyu, (designación primitiva de Osiris),  indicando a Osiris el nombre de los reyes muertos. En ella no aparece ningún Menes, y determina de una manera absoluta que la sucesión dinástica Narmer, Aha, Djer, Djet, Merneith, Den, Adjib, Semerhet, Qa’a es exacta. Hay que destacar, que Merneith madre del Rey Den está ausente lista de Qa'a.

CASADO CON.- Neithotep que le sobrevivió. Tiene una mastaba en Nagada con sello del Faraón Aha que muestra que este ya era faraón de Egipto. Nithotep se liga así a dos reyes como esposa de Narmer y probable madre de Aha. Su nombre Neith sugiere que  probablemente era nativa del Bajo Egipto.

AÑOS DE REINADO.- Por cita de Maneton, Menes "fue atacado por un hipopótamo y  murió" tras 60-62 años de reinado. En virtud de los hallazgos históricos, Narmer pudo probablemente haber reinado mas de 35 años.

 


ACTUACIONES POLÍTICAS Y RELIGIOSAS


1.- Política.- La unificación de Egipto en el final del período de Predinástico ocurrió en dos etapas: la difusión  de la cultura de Naqada, centrada alrededor de la ciudad de Naqada, también llamada Nubt, y el establecimiento del control político unificado. La tradición egipcia contiene referencias a la existencia de reinos separados, norte y sur, cuyas capitales eran quizás respectivamente Buto en el delta y Hierakómpolis en el Egipto superior. Hierakómpolis era el centro urbanizado mas importante de la cultura de Naqada y la residencia de los reyes egipcios del Alto Egipto. No puede establecerse con seguridad si Narmer  y sus antecesores realmente lucharon contra los gobernantes del Delta, ni tampoco pueden conocerse las circunstancias en que finalmente la unificación se llevo a cabo (guerras o por relaciones pacíficas consolidadas por matrimonios).

2.- Administración.- Narmer no aparece representado nunca con la doble corona, sino alternativamente con una u otra. Esto podría significar que la unificación territorial se produciría después de la existencia de un solo monarca sobre dos reinos independientes, hasta que un rey, Aha, lograra ceñir la doble corona de la definitiva unión.

3.- Concepciones religiosas.- Abidos era la capital religiosa del predinástico y la necrópolis real. El dios reverenciado era Jenti-amentiu “el que precede a los occidentales”. Un dios con apariencia de cánido,  que se asimiló a Osiris cuando este pasó a ser el dios principal del octavo nomo del alto Egipto.


CONSTRUCCIONES

           
Herodoto se refiere a Meni como el rey que desecó mediante la construcción de diques las áreas pantanosas de el Fayum y de Menfis, fundando en ésta la nueva capital tras desviar el lecho de Nilo.
Algunos autores se  inclinan a pensar que el primer fundador de Menfis debe haber sido Narmer, y que Aha que parece haber sido un soberano más pacífico consolidó las conquistas de Narmer, dedicando sus mayores esfuerzos en la construcción, organización y crecimiento de la capital. El tamaño mayor de las mastabas construidas bajo su reinado atestiguan una evidencia clara de prosperidad cultural y económica.


PRUEBAS ARQUEOLÓGICAS

La cabeza de maza de Narmer, descubierta en Hierakómpolis, ha tenido tres interpretaciones. La teoría de Petrie, también secundada por otros eruditos, era que representaba la unión política de Nithotep, princesa del norte, con Narmer. Otra teoría apunta a que sea la conmemoración de un festival Sed del rey. Los últimos estudios creen ver una conmemoración del final de la conquista del bajo Egipto, en la que se representa a Narmer como el nuevo rey victorioso del bajo Egipto. La figura sentada frente a Narmer puede ser el jefe de Buto más que princesa del delta. Debajo de estas figuras están los símbolos de números. Los números se ha interpretado recientemente que indica a 400.000 cabezas de ganado,  1.422.000 animales pequeños, y a 120.000 hombres (solo adultos varones.) Esto daría un censo aproximado en población humana del delta de unas 600.000 personas.

Paleta de Narmer - Museo Egipcio de El Cairo -
La paleta votiva conocida como paleta de Narmer, de unos 63 cm de altura, hallada en 1898 en Templo de Horus de Nejen (Hierakómpolis) por Quibell y Green (hoy en el Museo Egipcio de El Cairo), donde se representa la victoria de Narmer sobre los habitantes del delta, súbditos de un rey llamado Uash y apareciendo alternativamente en el anverso y reverso con la corona roja y la blanca, probando así la unificación


Un cilindro de marfil, muestra una victoria de Narmer sobre los libios. El nombre de Narmer también aparece en algunos cilindros del área de Nagada y en diversas vasijas halladas tanto en el delta oriental del Nilo, como en el sur de Palestina. También su nombre fue grabado en las rocas del Uadi el-Gash, entre Coptos y el Mar Rojo. 

La estatua del mandril del Museo de Berlín con inscripciones en la parte anterior de la base que se corresponden con el nombre de Narmer y  de 'Jnumhotep'.

Los tres colosos encontrados por Petrie en Coptos; parte de una inscripción del coloso (casi totalmente borrado) podría ser la cola de un halcón sobre el pezsiluro “Nar”.

Serej y Sellos. En las excavaciones de "Nhal Tillah" en 1994, se descubrieron en un trozo de cerámica signos gravados que podría corresponder al Serej de Narmer. La vasija pertenece a un fragmento de una jarra de vino exportado por el valle del Nilo a Israel hará 5000 años. Los sellos de madera son unos de los rastros más importantes encontrados en tumbas reales y privadas de la Dinastía I. Estos sellos daban información sobre el contenido y año de envasado de los recipientes. Los signos estaban gravados o pintados con tinta negra o roja.
El tamaño de los sellos era de 1 a 9 centímetros en anchura y 1.5 a 3 milímetros en grueso.

Es muy probable que la práctica de asociar acontecimientos a las sellos, como indicación del año en el cual el objeto fue realizado, comenzara en el reinado de Narmer.
Sellos de Narmer, se ha encontrado también en lugares del Alto y Bajo Egipto, el valle de Nilo, así como en el Delta, en los desiertos occidentales y orientales y en Palestina del sur (Rafiah, En Besor, Arad, Tel Erani).


LOCALIZACIÓN DE SU TUMBA 


No se sabe si el origen de Narmer puede ser considerado Tinita o de Hierakómpolis; las pruebas contemporáneas van a  favor del origen Tinita, dado que su tumba se construyó a Abidos. Sin embargo, las pruebas arqueológicas más importantes de su reinado vienen de Nejen (Hierakómpolis). Abidos está considerado el cementerio real tinita, y persistió como necrópolis real a través de toda la primera dinastía. Es decir que los reyes que ya residían en Menfis se continuaron enterrando en los cementerios U y B cercanos a la necrópolis de Umm Qa’ab, lo que acredita su valor religioso y la legitimación del origen tinita de la dinastía gobernante. Se ha atribuido como perteneciente a Narmer la tumba B17-18 situada al norte de Abidos, cerca del complejo funerario de Aha. Tiene doble cámara, se construyó en tres fases, y tiene entierros subsidiarios al nordeste. Sin embargo no parece haber pruebas concluyentes sobre si fue una tumba o un cenotafio. Además esta tumba parece demasiado insignificante para haber pertenecido a este gran rey. Se cree también posible que fuera enterrado en Saqqara, o posiblemente en la necrópolis de Tarkhan.


BIBLIOGRAFÍA


Josep Padró  “Historia del Egipto Faraónico” Alianza Editorial, S.A.: 1.999 ISBN: 84-206-8190-3
Alan Gardiner “El Egipto de los Faraones” Ed Laertes  1994 ISBN 84-7584-266-6
Trigger BG, Kemp BJ, O’Connor D, Lloyd AB. “Historia del Egipto Antiguo” Ed Critica ISBN 84-7423-838-2
Nicolas Grimal “Historia del Antiguo Egipto” Akal Ediciones ISBN 84-460-0621-9
Amiran, R., Note on one Sign in the Narmer Palette. JARCE, 7 (1968): 127.   
Austin, D., Les nombres en Egypte: approche historique. [in:] La mémoire des nombres. Cherbourg, Université de Caen, 27-28 mai 1994: 1-22.  
Chadefaud, C., Egypte pharaonique: de l'expression picturale à l'écriture égyptienne. [in:] Ecritures, systèmes idéographiques et pratiques expressives. Act. Coll. Int. Univ. Paris VII, 1980 : 81-97. Paris. 1982.   
Donadoni, S., I nemici decapitati della tavolozza di Narmer. [in:] Liverani, M.; Palmieri, A. & Peroni, R. (eds.), Studi di Paletnologia in onore di Salvatore M. Puglisi: 501-502. Roma. 1985. 
Pérez Largacha, A., La paleta de Narmer. [in:] Aegyptiaca Complutensia 1 : 27-37. Alcala de Henares. 1992.
Pérez Largacha, A., El nacimiento del estado en Egipto. Aegyptiaca Complutensia 2. Alcala de Henares. 1993.   
Rousseau, J., Analyse dimensionnelle de monuments de l'Egypte pré- et protohistorique. DE, 38 (1997): 83-95.


(1) Imagen extraida de THE EGYPT ARCHIVE: http://www.egyptarchive.co.uk/index.htm

lunes, 15 de febrero de 2010

Juliano el Apóstata

Juliano el Apóstata (360-363 d.C.)
Por Leonardo Fuentes




El emperador Flavio Claudio Juliano, llamado el Apóstata, siempre ha excitado el interés de los historiadores, a pesar de haber ocupado el trono imperial menos de dos años. Ello se debe, en gran parte, a que fue el último campeón de un paganismo agonizante. Debido a esto, fue difamado por la mayoría de las fuentes cristianas, empezando por San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianceno a finales del siglo IV. Esta tradición fue recogida en el siglo V por los continuadores de Eusebio (Sozomeno, Sócrates Scholasticus y Teodoreto), y luego por los estudiosos de los siglos XIX y XX. Otras fuentes contemporáneas, sin embargo, brindan una visión mucho más equilibrada de Juliano y su reinado [1].

Sus primeros años

Juliano nació en Constantinopla en el año 331. Era hijo de Julio Constancio, hermanastro del emperador Constantino, y de su segunda esposa Basilina. Julio Constancio, perseguido por la animadversión de Helena, madre de Constantino, llevó una vida errante hasta la muerte de ésta. Después se estableció en Constantinopla y fue designado cónsul por su hermanastro. De su primer matrimonio tuvo tres hijos, entre ellos Galo y Constancia, que se casó con Constancio II. De su segundo matrimonio nació Juliano.

En septiembre de 337, casi todos los miembros de la familia de Constantino fueron asesinados en una purga organizada por Constancio II [2]. Sólo Juliano y su hermanastro Galo se libraron de la matanza, probablemente debido a su escasa edad. Juliano fue puesto bajo el cuidado de Mardonio, un eunuco de Escitia que había educado a su madre y cultivaba la tradición filosófica griega, y probablemente se instaló en Nicomedia. Amiano afirma que, mientras residió en Nicomedia, Juliano estuvo bajo el cuidado del obispo local Eusebio, con quien el futuro emperador tendrá una relación distante. Juliano recibió una educación esmeradísima, teniendo entre sus maestros a algunos de los hombres más famosos del mundo griego en ese momento, entre ellos el gramático Nicocles Luco y el retórico Ecebolo.

Aproximadamente en 344, Juliano y Galo fueron llevados a Macellum, un castillo remoto y aislado en Capadocia, donde permanecieron seis años sin poder salir, soportando una continua vigilancia y siguiendo todos los preceptos de un buen cristiano. Entretanto, el curso de los acontecimientos había dejado como único autócrata del Imperio romano a su primo Constancio que, sintiéndose incapacitado para la enorme tarea, decidió confiarle a Galo una porción de poder, y en marzo de 351 lo designó césar. Al mismo tiempo, a Juliano se le permitió volver a Constantinopla, dónde él estuvo un tiempo antes de trasladarse al Asia Menor, dónde se relacionó con algunos de los filósofos y retóricos paganos más eminentes de la época. Según se dice, es en este momento cuando se produce su conversión definida al paganismo, debido al influjo del afamado teúrgo y filósofo neoplatónico Máximo de Éfeso. Al ser Galo acusado de traición y ejecutado por orden de Constancio II en 354, pareció que el castigo alcanzaría también a Juliano, pero la intercesión de la emperatriz Eusebia -segunda esposa de Constancio- no sólo lo libró del posible castigo, sino que le valió la autorización de Constancio para proseguir sus estudios en Atenas. Allí, estrechó sus vínculos con los filósofos neoplatónicos, especialmente con Prisco, y se inició en los misterios eleusinos. No hay duda, ya en esta época, acerca de sus creencias religiosas aunque por temor al emperador tardaría varios años en hacerlas públicas. La vida de Juliano dedicada a la búsqueda del conocimiento acabó abruptamente cuando fue convocado a la corte imperial a fines de 355.


Juliano césar y emperador

El emperador Constancio y Juliano eran ahora los únicos varones supervivientes de la familia de Constantino; y, como el emperador de nuevo se sintiera abrumado por los asuntos de gobierno, no tuvo otra alternativa más que llamar a Juliano en su ayuda. A instancias de la emperatriz él fue convocado a Milán, dónde Constancio le dio la mano de su hermana Helena, junto con el título de césar y el gobierno de las Galias.

Una tarea extremadamente difícil esperaba a Juliano más allá de los Alpes. A raíz de los disturbios provocados por la rebelión de Magnencio [3], los alamanes y otras tribus germanas habían cruzado el Rin y llevado la destrucción al interior de las Galias. El gobierno de la región también había caído en una gran confusión. Sin duda, el honor de tal nombramiento era muy poco al lado de las dificultades de la empresa que le encomendaba y de los pocos medios y menos poderes que se le concedían. A decir del propio Juliano, no se le otorgó la autoridad suprema sobre el ejército, sino que la dirección de las operaciones incumbía a los generales, todos hombres de Constancio. Ese mismo año, se había levantado un nuevo usurpador en Occidente, Silvano, y se habían producido nuevos ataques de los pueblos germanos. Juliano, con una escolta de 360 soldados y una total carencia de formación militar, fue enviado a las Galias. No obstante, durante los años que permaneció allí (355-361), demostró ser un excelente estratega -lo que no deja de ser sorprendente en un joven que había dedicado su vida al estudio y a la meditación-, un sabio administrador y un hábil general.

En su primera campaña (verano de 356) derrotó a los alamanes y recuperó Augusta Treverorum (Tréveris) y Colonia Agrippina (Colonia). Al invierno siguiente, los alamanes le sitiaron en Senonae (Sens), y a pesar de que le había abandonado el general en jefe Marcelo, Juliano resistió brillantemente a los sitiadores y luego los derrotó. Entonces tuvo que reprimir un levantamiento general de los alamanes, 35.000 de los cuales atravesaron el Rin con su rey Chadomar, siendo completamente derrotados en las cercanías de Argentoratum (Estrasburgo) y Chadomar hecho prisionero. Además, Juliano liberó a 20.000 romanos cautivos e impuso una tregua de diez meses a sus enemigos. Inmediatamente marchó contra los francos y los expulsó de la región del Mosa. Estas victorias, así como su bondad le hicieron muy popular, tanto entre los soldados como entre el pueblo.

Durante los años siguientes, desde Lutecia (París), donde había instalado su cuartel general, continuó con éxito sus campañas contra los germanos, al tiempo que reconstruyó varias ciudades fronterizas e hizo venir desde Britania un contingente de 600 barcos cargados de trigo para prevenir el hambre. Además, ordenó la administración y, hasta donde le fue posible, disminuyó los impuestos que agobiaban a los provinciales. Según Amiano, Juliano fue un administrador capaz que dió pasos para corregir las injusticias de los funcionarios designados por Constancio. Ya por entonces, aunque solo entre un círculo reducido de amigos íntimos, había manifestado su predilección por el culto y la filosofía paganos.

A principios de 360, Constancio, quizás celoso ante los éxitos de Juliano (punto en el que coinciden Zósimo y Amiano Marcelino) y con la intención de debilitarlo, le ordenó a su primo que enviara sus mejores tropas al Oriente con la excusa de preparar una campaña contra los persas. Pero, como la mayoría los soldados eran originarios de las Galias y se habían alistado con la condición de no servir más allá de los Alpes, el ejercito se amotinó y proclamó augusto a Juliano [4]. Este se había esforzado sinceramente en hacer cumplir las órdenes de Constancio, pero una vez consumado el hecho, no podía dar marcha atrás sin graves peligros [5]. Por esta razón escribió al emperador comunicándole lo ocurrido y prometiéndole continuar siéndole fiel si le ratificaba su confianza. Aunque Constancio respondió desdeñosamente y ni siquiera le reconoció ya como césar, Juliano no se decidió hasta el 361 a solucionar la crisis por medio de las armas, esperando sin duda que Constancio cambiara de opinión. Entre tanto llevó a cabo una nueva campaña contra los francos y otra contra los alamanes, a los que Constancio había arrojado contra él, como el propio Juliano descubrió al interceptar una carta de respuesta de Vadomar -jefe alamán- a las instigaciones de Constancio [6].

A finales del verano de 361, Juliano decidió marchar con sus tropas a combatir a Constancio. Este había pasado el verano negociando con los persas y haciendo preparativos para una posible acción militar contra su primo. Cuando estuvo seguro que los persas no atacarían, convocó a su ejército y partió para enfrentarse con Juliano. Mientras los dos ejércitos marchaban inexorablemente uno contra el otro, el Imperio se salvó de una nueva guerra civil cuando Constancio murió inesperadamente de causas naturales, el 3 de noviembre, cerca del pueblo de Mopsucrene, en Cilicia.

Juliano fue reconocido entonces como el único gobernante del Imperio romano -incluso algunas fuentes afirman que el propio Constancio en su lecho de muerte lo había designado su sucesor-. El nuevo emperador llegó a Constantinopla el 11 de diciembre de 361 e hizo enterrar solemnemente a su antecesor en la iglesia de los Santos Apóstoles. Enseguida emprendió una tarea de organización y depuración. Hizo juzgar en Calcedonia a varios consejeros de Constancio: tres de ellos (el notorio Pablo Cadenas, el ‘conde de las generosidades sagradas’ Ursulo, y el antiguo prefecto Florencio) fueron condenados a muerte; otros fueron exiliados [7]. Redujo el inmenso número de personal del palacio y de notarios y agentes de Constancio [8]. Arbitró también medidas contra el excesivo gasto y rebajó el impuesto del oro coronario al que estaban obligados los senadores. A varias ciudades les concedió tierras incultas pertenecientes al Estado y libres de impuestos. Aunque sus reformas no fueron estructurales, intentó resucitar el antiguo espíritu republicano. Pero -y éste fue tal vez uno de los errores de Juliano- aquella época había acabado y no volvería a resucitar. Aunque contó con hombres devotos de su persona (entre ellos Amiano Marcelino y Libanio), los esfuerzos de Juliano para lograr popularidad fueron vanos. Los ricos detestaban que el emperador se erigiera en defensor de los pobres; los comerciantes protestaban por sus medidas contra el lujo, y el pueblo, acostumbrado a la magnificencia y a la firmeza de los emperadores anteriores, sentía algo de desprecio hacia este príncipe austero y poco autoritario.


La cuestión religiosa

El tema de la apostasía de Juliano se ha debatido muchísimo. Algunos estudiosos sostienen que nunca fue sinceramente cristiano, en gran parte por rechazo hacia Constancio –asesino de su padre y hermano- y su religión. Otros autores –como J. Bidez- le atribuyen unas fuertes convicciones cristianas durante sus primeros años, de modo que su ruptura con el cristianismo habría sido el resultado de una crisis religiosa. También se ha intentado explicar su apostasía por la mala formación teológica recibida, atribuyéndola al hecho de ser arrianos los preceptores a los que Constancio lo había encomendado. En el fondo de muchos estudios se percibe el interés por comprender esta extraña decisión de Juliano. Pero analizando fríamente la cuestión, nada tiene de extraño que Juliano o cualquier otro contemporáneo suyo educado en un ambiente cristiano, pudiera posteriormente hacerse pagano. El cristianismo no era aún una religión totalmente implantada en Oriente y, menos aún, en Occidente. Desde la época en que se produjo claramente el acercamiento de Constantino a la Iglesia, hasta el momento en que Juliano se convirtió al paganismo, apenas habían pasado treinta años. Durante este período el paganismo pudo ser oficialmente relegado, pero era muy poco tiempo para desarraigar una religión de siglos.

Pese a su actitud política de defensa del tradicionalismo romano, Juliano es sobre todo un oriental, un helenista, tanto en el aspecto cultural como en el religioso. Sus reflexiones religiosas -de las que sus obras nos informan ampliamente- se inspiraron directamente en los Libros Herméticos, compendio del paganismo neoplatónico tardío, aunque los autores que han estudiado profundamente las obras religiosas de Juliano coinciden en que hay en ellas elementos filosóficos que son aportaciones del propio Juliano. De sus obras se desprende que las relaciones entre el Dios Supremo y el Sol son similares a las que contemplaban los cristianos de su tiempo entre Dios Padre y el Hijo. El Dios Supremo ha creado a Helios (el Sol) con su propia sustancia, por tanto Helios es semejante y consubstancial al Dios Creador. Helios es un demiurgo o mediador entre el Dios Creador y la creación. Así, es Helios quien ha orientado la colonización griega, a través de su oráculo en Delfos, y la fundación de Roma con su esplendor también son obra suya. Helios es generalmente identificado con Apolo y, a veces, con Mitra, Marte, Serapis y Júpiter, aunque tal vez se trate de diferentes manifestaciones del Sol.

Uno de los rasgos de la religiosidad de Juliano que más pábulo ha dado a los ataques verbales de los cristianos fue seguramente su afición a los cultos mágicos. Esta afición pudo deberse a la influencia que sobre Juliano tuvieron Prisco y, sobre todo, Máximo de Éfeso. Este extraño personaje que, probablemente con razón, ha sido presentado como uno de los mayores charlatanes de todos los tiempos, inició a Juliano, en torno al 352, en no se sabe qué misterios de Hécate (según Piganiol) o de Mitra (según Bidez) en el interior de una gruta atestada de fantasmas [9].

La actitud de Juliano respecto al cristianismo fue inicialmente de tolerancia. En realidad se limitó a proclamar la libertad de culto ofrecido a los dioses paganos, anulando las disposiciones de Constancio sobre la prohibición de sacrificar a los dioses y abriendo los antiguos templos clausurados. Más aún, sabemos por Amiano que Juliano reunió en su palacio de Constantinopla a los jefes de las dos iglesias cristianas enfrentadas (arriana y católica) y les exhortó a que solventaran sus querellas y se reconciliaran. Pese a las pretensiones de tolerancia de Juliano, pronto se comprobó que el deseo de venganza de los paganos por las humillaciones sufridas y la intransigencia de los cristianos no iban a hacer viable una convivencia sin problemas. Así, se sucedió una serie de arreglos de cuentas y desórdenes graves: Jorge, el obispo arriano de Alejandría, fue muerto junto con otros dos funcionarios cristianos. Sabemos de un obispo de Aretusa que destruyó un templo pagano y fue condenado a reconstruirlo; como se negara a hacerlo fue entregado a la población, que le castigó con dureza. Como era previsible, la Iglesia perdió muchas de las ventajas que había logrado de Constantino y Constancio: se suprimió la jurisdicción episcopal en materia de delitos civiles, se restituyó a las curias de las ciudades a los curiales que habían escapado de ellas para hacerse clérigos y cesaron las generosidades económicas que se habían iniciado con Constantino. En junio del 362 Juliano promulgó la famosa ley de enseñanza, en virtud de la cual los profesores de gramática, retórica y filosofía serían en adelante nombrados por el poder central, previa propuesta de los municipios que atestiguaran la moralidad del candidato. Esta ley siguió en vigor bajo los sucesores de Juliano, con la diferencia de que los candidatos en vez de ser preferiblemente paganos, serían cristianos. Juliano explica en una carta las razones que le habían impulsado a tomar tal decisión: "Homero, Hesíodo, Demóstenes, Heródoto, Tucídides... ¿es que no creían que los dioses eran los guías de toda educación? Yo encuentro absurdo que el que comente sus obras desprecie a los dioses que ellos honraron. No obstante, y por absurda que me parezca esa inconsecuencia, no exijo de los educadores de la juventud que cambien de opinión, sino que les dejo elegir: o que dejan de enseñar lo que no toman en serio o bien, si quieren continuar sus lecciones, que prediquen primero con el ejemplo...".

La actitud de Juliano hacia los cristianos se tornó menos benevolente con el paso del tiempo. Un ejemplo característico de esto es el castigo que aplico a Cesárea de Capadocia, donde los templos paganos habían sido destruidos. Como represalia, Juliano la borró de la lista de ciudades y le devolvió su antiguo nombre de Mazaca. Además, enroló en el ejército a los clérigos de esta ciudad y le impuso una multa de 300 libras de oro. Sócrates Scholasticus dice que excluyó a los cristianos de la guardia pretoriana y del gobierno de las provincias ya que su propia ley, decía, les prohibía usar la espada. Gregorio Nacianceno afirma que Juliano persiguió a los cristianos -idea que se ha propalado entre algunos historiadores contemporáneos-. Pero, excepto el testimonio de Gregorio, que era un encarnizado enemigo de Juliano y nada imparcial, no poseemos ninguna otra fuente que lo confirme. Incluso otro escritor cristiano, nada sospechoso de simpatías por Juliano, Sócrates, lo niega: "Juliano rechazó la crueldad de la época de Diocleciano, sin dejar por ello de perseguirnos; pero yo llamo persecución al hecho de inquietar de alguna manera a las gentes de paz". Todo lleva a considerar que Juliano dictó una serie de medidas discriminatorias contra los que profesaban la religión de Cristo, pero sin llegar a una autentica persecución.

El ataque de Juliano contra los cristianos fue mucho más sutil. Por un lado, como ya vimos, trató de privarlos de muchos de los privilegios legales que les habían sido concedidos hasta entonces. Por otro, trató de organizar una nueva Iglesia pagana, mezcla de los ritos solares del Asia Occidental y de la antigua mitología griega, para rivalizar con la cristiana. Al efecto, redactó él mismo una plegaria al Sol e instituyó un clero con un sumo sacerdote en cada provincia.

Además, trató de desacreditar al conjunto de creencias cristianas intentando mostrar que estas eran nocivas para la sociedad y que los cristianos eran simples apóstatas del Judaísmo, una religión mucho más antigua, más establecida y más aceptada. Juliano expuso la mayoría de sus argumentos en su tratado Contra los Galileos; debe decirse, de pasada, que Juliano está en deuda con Porfirio por la composición de este trabajo. En él ataca la doctrina Judeo-cristiana que afirma que los humanos, como seres creados, no eran divinos. Semejante afirmación era un anatema para el pensamiento filosófico tradicional, que en general sostenía que los humanos simplemente eran una parte de la divinidad que había sido separada por alguna catástrofe. Juliano también afirma que el Judaísmo, aunque una religión impía, era más legítimo que el Cristianismo, porque por lo menos tenía miles de años (él cuestionaba cómo alguien podía practicar una religión que tenía sólo trescientos años de historia) [10]. Juliano llevó a la práctica su ataque a la ideología cristiana intentando reconstruir el Templo judío de Jerusalén, que había sido destruido por el emperador Tito en el año 70 d.C. Los cristianos consideraban la destrucción del Templo como un evento importante que confirmaba la profecía que invalidaba la antigua Ley judía y confirmaba el Nuevo Testamento. En 363, Juliano designó a Alypius, antiguo vicario de Britania, para que dirigiera la reconstrucción del Templo, pero la obra se detuvo debido a que un terremoto (descripto por los contemporáneos como un fuego misterioso que surgió de la tierra) destruyó lo realizado y mató a muchos obreros. Juliano suspendió el proyecto cuando se lanzó a su campaña contra Persia, y nunca fue reanudado.


La campaña contra Persia

Habiendo pasado el invierno de 361-362 en Constantinopla, Juliano fue a Antioquía para preparar una gran expedición contra Persia. Las metas exactas que Juliano perseguía con esta campaña nunca estuvieron claras. Los persas sasánidas, y antes que ellos los partos, habían sido enemigos tradicionales de Roma desde el tiempo de la República, y de hecho Constancio estada dirigiendo una guerra contra ellos antes de que el ascenso de Juliano lo forzara a fraguar una paz intranquila. Juliano, sin embargo, no tenía ninguna razón concreta para volver a reiniciar las hostilidades en el este. Sócrates Scholasticus atribuyó la decisión de Juliano a su deseo de imitar a Alejandro el Grande, pero quizás la razón real estuviera en su necesidad de cosechar el apoyo del ejército. A pesar de su aclamación por las legiones galas, las relaciones entre Juliano y la cúpula militar eran inestables en el mejor de los casos. Una guerra contra los persas daría prestigio y poder tanto a Juliano y como al ejército.

La estancia del emperador en Antioquía fue todo menos tranquila. Ese invierno, la sequía y un gran terremoto habían golpeado duramente a la región, por lo que el Senado de Antioquía se enfadó y se negó a apoyar a Juliano cuando este no desvió recursos reunidos para su campaña contra los persas con el fin de socorrer a las víctimas de los desastres naturales. Luego de otros incidentes, Juliano, fastidiado, escribió su sátira Misopogon (Odio a la barba, o más ajustadamente Los que odian la barba), contra la forma de vida afeminada de los antioquenos, y estableció sus cuarteles de invierno en Tarso; desde allí, a principios de la primavera, marchó contra Persia.

Las incidencias de esta campaña son conocidas a través de Amiano, Libanio y Zósimo, quienes seguramente consultaron el diario de guerra que escribió Oribaso, médico del emperador, que no ha llegado hasta nosotros. Usando su conocida estrategia de golpear rápidamente y donde menos se esperaba, Juliano avanzó con su gran ejército (unos 60.000 hombres, si creemos a las fuentes) hasta Heirapolis y desde allí rápidamente cruzó el Éufrates y penetró en la provincia de Mesopotamia, dónde él se detuvo en el pueblo de Batnae. Su plan era volver en el futuro a través de Armenia e invernar en Tarso. Una vez en Mesopotamia, Juliano se enfrentó con la decisión de si avanzar hacia el sur a través de la provincia de Babilonia o cruzar el Tigris hacia Asiria, decidiendo finalmente proseguir al sur y girar hacia el oeste posteriormente. El 27 de marzo, él llevó a la masa de su ejército por el Éufrates, habiendo organizado una flota para asegurar su línea de suministros a lo largo del gran río [11]. Entonces envió a sus generales Procopio y Sebastiano a ayudar a Arsacius, rey de Armenia y protegido de los romanos, y guardar la línea del Tigris septentrional. También fue durante este tiempo que él recibió la rendición de muchos líderes locales prominentes que habían apoyado nominalmente a los persas. Estos hombres suministraron a Juliano dinero y tropas para llevar a cabo una acción militar más amplia contra sus antiguos señores. Juliano avanzó hacia el sur de Babilonia, a lo largo del Éufrates, llegando a la fortaleza de Cercusium, en la confluencia de los ríos Abora y Éufrates, alrededor del 1 de abril y desde allí penetró con su ejército en una región llamada Zaitha, cerca de la población abandonada de Dura, dónde visitó la tumba del emperador Gordiano qué estaba en la zona. El 7 de abril el emperador partió hacia el corazón de Babilonia.

Amiano informa que Juliano y su ejército avanzaron entonces por Asiria, lo que a primera vista podría llevar a la confusión: Juliano todavía parece estar operando dentro de la provincia de Babilonia, entre los ríos Tigris y Éufrates. La confusión se mitiga cuando uno comprende que, para Amiano, la región de Asiria abarcaba las provincias de Babilonia y Asiria. En su marcha, las fuerzas de Juliano tomaron la fortaleza de Anatha, recibieron la rendición y el apoyo de más príncipes locales, y asolaron los campos entre los dos grandes ríos. Siguiendo hacia el sur, se encontraron con las fortalezas de Thilutha y Achaiachala, pero estos lugares estaban bien defendidos y Juliano decidió dejarlos en paz. Más al sur estaban las ciudades de Diacira y Ozogardana que las fuerzas romanas saquearon y quemaron. Luego, Juliano avanzó hasta Pirisabora, que cayó tras un sitio breve y también fue saqueada y destruida. Fue en estos momentos que el ejército romano se enfrentó a la primera resistencia sistemática de parte de los persas. Cuando los romanos penetraron más hacia el sur y hacia el oeste, los habitantes de la región empezaron a inundar su ruta. No obstante, las fuerzas romanas avanzaron deprisa y llegaron a Maiozamalcha, una ciudad importante no lejos de Ctesifonte, la capital sasánida. Después de un sitio corto, esta ciudad también cayó ante Juliano. Inexorablemente, las fuerzas de Juliano pusieron entonces su mira en Ctesifonte pero, a medida que se fueron acercando a esta ciudad, la resistencia persa creció mucho con ataques de guerrillas que costaron a Juliano hombres y suministros. Una fuerza regular del ejército se perdió y el propio emperador casi es muerto durante la toma de un fuerte a unas pocos kilómetros de su objetivo.

Finalmente, el ejército romano llegó a las inmediaciones de Ctesifonte, siguiendo un canal que unía al Tigris con el Éufrates. Pero, pronto quedó claro que un sitio prolongado sería necesario para tomar esa importante ciudad. Muchos de sus generales opinaron que seguir ese curso de acción sería descabellado y Juliano aceptó esto a regañadientes pero, enfurecido por el fracaso, ordenó quemar su flota y decidió marchar hacia el norte, a través de la provincia de Asiria, para reunirse con Procopio. Juliano había planeado que su ejército viviera del país, pero los persas emplearon una política de “tierra arrasada”. Cuando comprendió que sus tropas perecerían de inanición (los suministros estaban empezando a menguar) y de calor si él continuaba su campaña, y también ante la superioridad de las fuerzas enemigas, Juliano ordenó la retirada el 16 junio.

Mientras el ejército romano se retiraba, fue acosado por continuos ataques persas. Durante uno de estos ataques Juliano se vio envuelto en la lucha, siendo herido en el abdomen por una lanza. La muy conocida anécdota, registrada por primera vez por Teodoreto (siglo V), según la cual Juliano se arrancó la lanza que le había herido y, ensangrentada, la arrojó hacia el cielo, pronunciando la famosa frase: "Venciste, Galileo", es considerada totalmente apócrifa y probablemente sea un de-sarrollo de la descripción de su muerte tomada de los poemas de Efrén el Sirio (Ephraem Syrus) [12].

El emperador fue llevado a su tienda dónde, después de conferenciar con algunos de sus oficiales, falleció. Era el 26 de junio de 363. El ejército eligió como su sucesor a Joviano, un oficial cristiano de origen panonio que, ansioso por llegar a territorio romano y confirmar su nombramiento, firmó una paz vergonzosa con los persas, a quienes cedió la fortaleza de Nisibis y la mayoría de los territorios armenios conquistados en 298. Los restos de Juliano fueron sepultados en Tarso.



Conclusión

Así, un hombre que había esperado restaurar la gloria del Imperio romano durante su reinado tuvo un final ignominioso. Debido a su intenso odio hacia la Cristiandad, el juicio de la posteridad no ha sido favorable para con Juliano. Pero, la opinión de muchos de sus contemporáneos fue, sin embargo, positiva. Él fue un hombre de buenas costumbres, un valeroso general y un hábil administrador, pero demostró tener un carácter demasiado sugestionable e idealista, lo que lo llevó a acariciar la idea de restablecer el paganismo (un paganismo, por otro lado, idealizado por la filosofía de su tiempo). Escribió numerosos trabajos literarios en griego, que se distinguen por su estilo puro, aun cuando la invención sea bastante pobre y se note una excesiva influencia de los clásicos griegos, influencia que a veces es clara imitación. Primeramente hay que citar sus cartas, entre las que sobresale la dirigida a los atenienses en 361, haciendo públicos sus sentimientos religiosos. Quedan también de él varios discursos o panegíricos, entre ellos el tratado contra los cínicos; los Césares, sátira contra los emperadores romanos; el ya mencionado Misopogon, sátira contra los habitantes de Antioquía, y cuatro epigramas de escaso valor.

Su tratado contra el Cristianismo, destruido por orden de Teodoro II, se puede reconstruir parcialmente gracias a la refutación de Cirilo de Alejandría.

Leonardo Fuentes



BIBLIOGRAFIA

Bidez, J.: La vie de l'empereur Julian (3ª edición), Paris, 1965.

Cave Wright, Wilmer (ed. y trad.): The Works of the Emperor Julian (3 vols.). Londres, 1923.

Clark, C.U. (ed.): Ammiani Marcellini Rerum Gestarum Libri Qui Supersunt, Weidemann: Berlin, 1963.

La tetrarquía sin Diocleciano – Constantino emperador, en www.artehistoria.com/historia

Historia Universal, t. I, Buenos Aires, ANESA, 1974.

Piganiol, A.: L'empereur Constantin, París 1932.

Piganiol, A.: L'Empire Chrétien, Paris, P.U.F., 1972.

Roberts, Walter E. y DiMaio, Michael: Julian the Apostate, en www.roman-emperors.org

Sanz Serrano, R.M.: El paganismo tardío y Juliano el Apóstata, Historia del Mundo Antiguo nº 60, Akal, Madrid, 1991.

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[1] Afortunadamente se conservan muchos escritos del propio Juliano (cartas, discursos y algunas sátiras). Otras fuentes contemporáneas son la historia de Amiano Marcelino (Rerum gestarum libri), la correspondencia entre Juliano y Libanio de Antioquía, varios panegíricos, leyes del Código Teodosiano, varias inscripciones y monedas.

[2] Fueron asesinados el césar Dalmacio, Julio Constancio (hermanastro de Constantino y padre de Juliano), y todos los miembros de su familia, además de sus principales partidarios. El rey Anibaliano fue asesinado poco después. Eliminados todos estos competidores, los tres hijos de Constantino (Constante II, Constantino II y Constancio) se proclamaron augustos y procedieron a repartirse el Imperio.

[3] En enero del 350 tuvo lugar en Autun la proclamación como augusto del conde Magnencio. Este era un oficial semi-bárbaro que contaba con el respaldo del ejército acantonado en las Galias, del prefecto del pretorio local y de Marcelino, conde de la administración privada del emperador. Parece ser que Magnencio era pagano, como se desprende de la ley que promulgó inmediata-mente después de su proclamación, en virtud de la cual restablecía el derecho de los paganos a celebrar sacrificios. También eran paganos quienes lo apoyaron y los prefectos de Roma designados por él, lo que lleva a suponer que este golpe de Estado habría tenido un móvil religioso y habría sido alentado por la oligarquía romana, mayoritariamente pagana. Constancio y Magnencio se enfrentaron en Mursa. Pese a la victoria de Constancio, la batalla fue probablemente la más sangrienta de todo el siglo. Parece que de los 80.000 hombres de Constancio perecieron más de 30.000 y de los 36.000 de Magnencio, cerca de 24.000. Una pérdida que afectó a la capacidad militar del Imperio durante varios años. La segunda victoria de Constancio, al año siguiente, tuvo lugar en Mons Seleuci, a resultas de la cual Magnencio se suicidó (353).

[4] La fecha exacta de su proclamación es desconocida, pero la mayoría de los investigadores la ubica en febrero o marzo de 360.

[5] Según diversos testimonios, los soldados penetraron en la tienda de Juliano y, proclamándolo emperador, le plantearon la alternativa de aceptar ese alto cargo o ser muerto inmediatamente. En una carta a su amigo y maestro Máximo de Éfeso, el propio Juliano afirma que los soldados lo proclamaron augusto contra su voluntad. Juliano, sin embargo, defiende su ascenso, diciendo que los dioses lo habían dispuesto y que él había tratado a sus enemigos con clemencia y justicia.

[6] Fue por este tiempo que Helena, la esposa de Juliano, falleció. Él envió sus restos a Roma para que tuviera un entierro adecuado en la villa de su familia en la Vía Nomentana, dónde el cuerpo de su hermana también estaba sepultado.

[7] El hispano Pablo Cadenas –Paulo Catena-, jefe de los agentes in rebus (especie de policía política organizada por Constancio), era responsable de muchos asesinatos y fue quemado vivo. Ursulo, comes sacrum largitionum, se había ganado la animadversión de los militares y estos exigieron que fuera ejecutado, según nos informa Amiano.

[8] La burocracia imperial se había visto sumamente sobredimensionada durante el reinado de Constancio. Incluso el número de cocineros y barberos había aumentado mucho en los últimos tiempos de este emperador y Juliano los expulsó de la corte.

[9] Máximo tuvo enorme influencia durante el reinado de Juliano, pero fue ejecutado en el año 371, durante la persecución de los magos llevada a cabo por Valente.

[10] Contra Galilaeos, en Wilmer Cave Wright (ed. y trad.), The Works of the Emperor Julian (3 vols.). Londres, 1923.

[11] Esta flota consistía en naves de guerra, embarcaciones para la construcción de puentes y naves de carga. El número de naves varía según la fuente que se consulte (Amiano, 1100 naves; Magnus de Carrhae, 1250 naves; Zósimo, más de 1200 embarcaciones; Zonaras, 1100 naves).

[12] También, poco después de la muerte de Juliano corrió el rumor que la herida fatal se la había infligido un cristiano integrante de su propio ejército.

Leonardo Fuentes

sábado, 23 de enero de 2010

Quinto Fabio Máximo



Quinto Fabio Máximo (h. 275 a. C.-203 a. C.), llamado Cunctator (el que retrasa), político y militar romano.
Fue nombrado cónsul en cinco ocasiones (233 a. C., 215 a. C., 214 a. C. y 208 a. C.), y dictador en otras dos (221? - 219 a. C. y 217 a. C.. También ocupó el censorado en 230 a. C.. Su alias Cunctator significa "el que retrasa" en latín, y hace referencia a sus tácticas utilizadas durante la Segunda Guerra Púnica para retrasar a Aníbal.
Descendiente de una ancestral familia de patricios romanos, participó probablemente en la Primera Guerra Púnica, aunque no existen detalles sobre su papel en la contienda. Al final de la guerra, avanzó rápidamente en su carrera política. Sirvió dos veces como cónsul y cuestor, y en el 218 a. C. formó parte de la embajada enviada a Cartago. Fue él quien declaró la guerra formalmente tras la captura de Sagunto por parte de Aníbal. El senado romano le nombró dictador en junio del 217 a. C., tras el desastre del Lago Trasimeno. Algo fuera de lo común, ya que los dictadores eran normalmente elegidos por los cónsules.
Fabio era consciente de la superioridad militar cartaginesa y, cuando Aníbal invadió Italia, rehusó enfrentarse al general en batalla campal. En lugar de ello, mantuvo a sus tropas cercanas al ejército de Aníbal, hostigándolas constantemente en una guerra de desgaste.
Pero el pueblo romano no quedó demasiado impresionado por esta estrategia defensiva, dando al dictador el sobrenombre de cunctator. Esto venía unido a su rivalidad política con el magister equitum Minucio, quien sólo admitió su mando tras ver como Fabio salvaba su vida en un ataque de Aníbal.
Cuando finalizó su dictadura, se le devolvió el mando a los cónsules Cneo Servilio Gémino y Marco Atilio Régulo, y al año siguiente (216 a. C.) fueron elegidos Lucio Emilio Paulo y Cayo Terencio Varrón. Después de que estos dos cónsules fueran derrotados por Aníbal en Cannas el mismo año, el senado advirtió la inteligencia de las tácticas fabianas y el sobrenombre Cunctator se convirtió en un título honorífico.
El éxito militar de Fabio fue pequeño, aparte de la reconquista de Tarento en el 209 a. C. Fue nombrado cónsul en otras dos ocasiones, posteriormente a su dictadura. Sin embargo, se oponía al joven y ambicioso Escipión el Africano, que quería llevar la guerra hasta África.
Con el tiempo se convirtió en una figura legendaria, modelo de romano valiente y tenaz. De acuerdo a Ennio, ''unus homo nobis cunctando restituit rem - Un hombre ha restituido nuestro estado retrasando.
En 1883 un grupo de simpatizantes socialistas fundaron en Gran Bretaña la Sociedad Fabiana, con el objetivo de trabajar en favor de la reforma social y una sociedad más justa, evitando la explotación y la miseria provocadas por el capitalismo. Los fabianos, a diferencia de otras corrientes socialistas que predicaban el choque directo y la guerra abierta contra la injusta oligarquía capitalista, creen en la evolución gradual de la sociedad hacia el socialismo, y apuestan por el trabajo discreto y reformas graduales que, en su opinión, llevarán poco a poco al socialismo. La Sociedad Fabiana continuó su labor hasta nuestros días y, al igual que su mentor Quinto Fabio Maximo, cumplió la mayoría de sus objetivos, pues gran parte de las reformas que propusieron fueron puestas en práctica durante el siglo XX. El surgimiento del Estado del Bienestar a partir de 1945 debe mucho a los esfuerzos y el trabajo intelectual de la Sociedad Fabiana.

http://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_Fabio_Máximo

jueves, 14 de enero de 2010

Numa Pompilio



Numa Pompilio habla con la ninfa Egeria

Numa Pompilio (715 a. C. – 676 ó 672 a. C.) fue el segundo rey de Roma, sucediendo a Rómulo. Se casó con Tacia, hija del rey sabino Tito Tacio, por lo que fue concuñado de Rómulo. Se sabe muy poco de este rey, y todas las noticias nos llegan a través de una biografía escrita por Plutarco (c. 46–125), escritor griego.
Después de la muerte o desaparición de Rómulo viene un interregnum (un año sin rey). Es elegido Numa Pompilio, entrado ya en años, un hombre piadoso y sabio y que vivía en la ciudad de Cures. Era de origen sabino. Dio leyes y potenció los derechos y acuerdos de paz entre Roma y el resto de las ciudades. Fue además el creador de las principales instituciones religiosas y se dice que mandó edificar el templo de Jano, al pie del monte Argileto. Se ocupó también de reformar el calendario dividiéndolo en doce meses lunares. Los romanos en esta época tenían una costumbre: cerrar las puertas del templo en señal de paz, abrirlas cuando Roma estaba en guerra. Durante el reinado de Numa Pompilio, las puertas permanecieron siempre cerradas. Se dice que tenía el poder de desencadenar el fuego de júpiter. Es decir, que sabia producir descargas eléctricas que causaban pavor entre sus enemigos.
Según Plutarco, Numa Pompilio fue el primer rey que organizó una corporación de artesanos. Instituyó 8 clases:

Flautistas

Orífices

Carpinteros

Tintoreros

Zapateros

Curtidores

Broncistas

Alfareros

Se ocupó así mismo de organizar la religión romana, tanto en el terreno público como en el oficial. Cada familia tenía su culto llamado sacra y el sacerdote y dirigente de este culto era el pater familias.
Del mismo modo, cada Curia (los romanos estaban divididos en 3 tribus y 30 curias) tuvo su culto dirigido en cada caso por un curión. Las familias romanas (las gens) tenían entre ellas un vínculo de unión que eran los sacra gentilicia, que estaban administrados por un sacerdote al que llamaban flamen. La sacra gentilicia se sostenía por la aportación de las stips, que era una contribución ofrecida por el conjunto de las familias.
Con este rey termina el período llamado juvenilista propio de la cofradía de los lupercos, aquella cuya iniciación de sus jóvenes fue interrumpida por el secuestro de Remo. Aquellos muchachos fueron unos adolescentes eternos y siempre fieles que rodearon a Rómulo hasta su muerte y eran los que componían su guardia personal. Eran los 300 céleres o veloces.
Se le reconoce a Numa la instauración del templo de las vestales, templo sagrado donde unas sacerdotisas virgenes mantenían el fuego sagrado. ya que, la religión veía en el fuego el comienzo de la vida. Numa dedico mucho tiempo a fortalecer la religión romana y el culto a los dioses, así como el luto y las costumbres. Plutarco indica que la autoridad de Numa estaba legitimada por la relación que tenia este rey con una ninfa.
Le sucedió Tulio Hostilio.

Marco Porcio Catón (Catón el Viejo)



(Tusculum, actual Italia, 232 a.C.-?, 147 a.C.) Político romano. Luchó contra Aníbal a las órdenes de Fabio y estuvo en la batalla de Zama. Como cónsul, en el 195 a.C. mandó un ejército en Hispania con el cual aplastó una revuelta de los iberos cerca de Ampurias, y pacificó las nuevas provincias. Abandonó la península Ibérica con un botín muy cuantioso, en su mayor parte procedente de la venta de la población sometida como esclava. En su calidad de censor, Catón ha pasado a la historia por su labor en defensa de las antiguas tradiciones romanas, que él creía amenazadas por el contacto con el mundo helenístico. Famoso por su honestidad y su vida frugal, su política consistió, no obstante, en el expolio y la represión de los pueblos vencidos y en la ostentación del poder militar romano, modelo que siguieron los gobernantes posteriores. Enfrentado con los Escipiones, a los que veía como los principales propagandistas del helenismo, escribió una obra de historia llamada Orígenes del pueblo romano y un compendio de sentencias morales titulado Carmen de moribus. Fue uno de los más enconados enemigos de Cartago, e incentivó al Senado y al pueblo romano, mediante sus discursos, para que ordenase la destrucción total de la capital púnica.

martes, 12 de enero de 2010

Anco Marcio



Anco Marcio, fue según la tradición, el cuarto rey de los siete que gobernaron Roma en el período monárquico que se extiende entre la fundación de la ciudad por Rómulo en el 753 a.C. hasta la llegada de la República en el 509 a.C. Pasado el tradicional interregno es escogido como monarca y confirmado por el senado. Su reinado se extiende desde el año 642 a.C. hasta el 617 a.C. y gobierna un total de 25 años. De origen sabino era nieto del segundo rey de Roma Numa Pompilio y la historiografía romana en época imperial le otorgaba un papel capital en el crecimiento y expansión de la ciudad de Roma.

Pese a la problemática que existe en torno a la veracidad histórica de los reyes de Roma y sus contribuciones al desarrollo de la ciudad, en el caso de Anco Marcio la arqueología parece en cierto modo verificar lo afirmado por las fuentes clásicas en concreto por el historiador romano Tito Livio.

Hay un fenómeno particularmente importante durante su reinado: El notable crecimiento demográfico de la ciudad en los años de su gobierno que se vio favorecido por dos fenómenos muy importantes.

En primer lugar la expansión territorial y el control que ejerció sobre otras comunidades lo cual facilitó que una importante masa de población, imposible de cuantificar, entrara a formar parte de la vida romana. En alianza con los etruscos combatió contra los sabinos, latinos y a la ciudad de Veyes y se hizo con el control de las importantes urbes de Politorio, Telene, Ficana y Medulia. Los elementos de las poblaciones sometidas por Anco Marcio obtuvieron la ciudadanía de Roma y se dice que fueron ubicados en el monte Aventino.

En segundo lugar no es desdeñable la progresiva importancia que va adquiriendo la ciudad en la zona del Lazio en el terreno económico en particular lo que contribuye a la progresiva entrada de habitantes procedentes de otras regiones. La leyenda de la llegada a la ciudad del etrusco Tarquinio Prisco, que llegó a ser instructor de los hijos de Anco Marcio y después rey de Roma, y alguna inscripción griega como la tumba del Esquilmo son indicios de esta realidad.

Según las fuentes clásicas destacó también en el ámbito de las obras públicas: Construyó la ciudad portuaria de Ostia, que sería el embrión del futuro comercio con las colonias griegas de Sicilia y con la ciudad de Cartago. Construyó sobre el Tíber un puente de madera (pons sublicius), inició la explotación comercial de las salinas junto al puerto de Ostia y construyó una cárcel en medio de la ciudad cerca del foro. Además fortifico la colina del Janículo como medida estratégica.

En la esfera religiosa se establecen paralelismos entre Mancio y su abuelo Numa Pompilio. Se le atribuye el redactado de fórmulas para las ceremonias religiosas de los pontífices.

Fue sucedido en el trono por Lucio Tarquinio Prisco. Anco Mancio fue el último rey sabino de Roma y en lo sucesivo serían tres reyes etruscos quienes se harían con el trono de la ciudad antes de la caída de la monarquía y el establecimiento de la República en el año 509 a.C. Respecto a su sucesor se tejió una leyenda alrededor de Tarquinio Prisco donde se mezclan en partes iguales oportunismo, astucia y maquiavelismo por parte del monarca etrusco.